Octubre fue declarado por primera vez como el Mes Nacional de Concienciación sobre la Violencia Doméstica en 1989. Desde entonces, octubre ha sido un momento para reconocer a los supervivientes de la violencia doméstica y ser la voz de sus víctimas. La violencia doméstica está presente en todas las comunidades y afecta a todas las personas, independientemente de su edad, situación socioeconómica, orientación sexual, género, raza, religión o nacionalidad. La violencia doméstica no siempre es física. A menudo surge como una combinación de tácticas de coerción y control que incluyen comportamientos verbales/emocionales, financieros, sexuales, digitales y de acoso. La violencia doméstica puede provocar lesiones físicas, traumas psicológicos e incluso la muerte. Las consecuencias devastadoras de la violencia doméstica pueden atravesar generaciones y durar toda la vida.

Aunque se ha avanzado mucho en la reducción de la violencia doméstica, una media de 20 personas son maltratadas físicamente por sus parejas cada minuto. Esto equivale a más de 10 millones de víctimas de abusos al año. Una pareja íntima ha maltratado físicamente a 1 de cada 3 mujeres y 1 de cada 4 hombres, y 1 de cada 5 mujeres y 1 de cada 7 hombres han sufrido abusos físicos graves por parte de su pareja. Millones de estadounidenses viven diariamente con un miedo silencioso dentro de sus propios hogares. Además, cada año millones de niños están expuestos a la violencia doméstica. Los incidentes de violencia doméstica afectan a todas las personas de un hogar y pueden tener efectos adversos duraderos en el bienestar emocional y el funcionamiento social y académico de los niños.